ENSAYO SOBRE LAS IGLESIAS DEL CENTRO HISTORICO DE QUITO
Con la penetración hispana llegó a nuestra región un Nuevo Mundo, desde afuera, un conjunto de posibilidades urgentes, novedosas, costumbristas, artísticas y la mayor religiosidad posible que en algunas pinturas incluso causaron miedo y desolación ante tanta crueldad; causada por el cometimiento de actos impuros que atentaban contra nuestro nuevo Dios.
Es así que nuestros altares más sagrados se vieron irrumpidos por la construcciones monumentales de conventos, iglesias y de edificios civiles.
Fundar
es consecutivo de esta acción, como bien lo dijo y vió Felipe II "Conquistar es poblar y poblar es fundar" y Cabildo era vecindario fijo, solera conocida, vida bajo normas comunes y una dedicación a una manera de coexistencia que, dentro o fuera de la casa, exigía labores permanentes.
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| Vista interior de la Iglesia de San Francisco |
Llegó fuerza cultural expansiva que crecieron al borde de innumerables quebradas que se acogieron al relieve del terreno; en cuanto a la forma de vida, venida para cumplir con los designios de Dios, la vida misional , se hizo presente para "sembrar".
Los fundadores del convento de Quito, Fray Jodoco Ricke y Fray Pedro Gocial llegaron Tumbés en la segunda mitad del siglo 1534. De ahí pasaron a San Miguel de Tangalara, desde entonces se dirigieron a Quito, acababa de ser fundada el 6 de diciembre de 1534.
Hubieron algunas etapas para la construcción, una de ellas es la primera, en la que comprende un período de quince años: entre 1535, con la construcción de la iglesia y residencia provisional de los religiosos, mediados de la década de 1650, con la construcción de la casi docena de claustros adyacentes al principal y fue considerado el periodo constructivo más importante del complejo.
De ahí continuaron con el resto inclusive con restauraciones que debían realizarse
El área señalada por el Cabildo a San Francisco comprendía sitio suficiente para iglesia, claustro y huerta. Se aprovechó de los indios para abrir el acueducto, conductor de agua proveniente de la fuente de "Las Llagas" al huerto del convento.
Los muros de la base de la iglesia, al interior, acusan en su composición la influencia de Vignola.
En los dos cuerpos inferiores de la fachada se funden las influencias italianas con españolas
| Fachada anterior de la Iglesia de San Francisco |
Iglesia de la Compañía (Quito)
En el año 1597 el hermano español Francisco Ayerdi se hace cargo de los trabajos de construcción del templo de la orden jesuita en Quito, contando para ello con la ayuda de José Iglesias y José Gutiérrez. Lamentablemente, y pese a la buena voluntad, Ayerdi no reunía los conocimientos necesarios para tan titánica empresa, por lo que se tomó la decisión de reemplazarlo en 1605.
Su arquitectura esta basada en un templo, construido por diferentes arquitectos, maneja cuatro estilos en la predomina el arte barroco.
Se aprecia la simetría que hay al interior de la iglesia, puesto que en cada lado de ella constan la misma cantidad de elementos; posee movimiento, producto de la forma como están diseñadas las columnas principales del templo y el retablo mayor, lo cual produce la impresión de que se mueve mientras se camina dentro de la iglesia. La luminosidad es otra de las particularidades del barroco; las ventanas superiores de la nave principal están colocadas con tal precisión que iluminan toda la iglesia con la luz del sol.
Las columnas, estatuas y las grandes decoraciones que se encuentran en la fachada poseen características del barroco francés, barroco italiano y español y fueron realizadas en la cantera que los jesuitas ubicada en la Hacienda de Yurac, cerca de la parroquia de Píntag. Elresto del material se trajo de una cantera en la falda occidental de la colina de El Panecillo, junto a la ciudad.En la puerta principal de entrada se observa seis columnas salomónicas cuya altura oscila entre cinco metros de altura, estriadas en su tercio intermedio, derivadas de las del Bernini en el altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro
Sobre el arquitrabe corre un friso detallando flores, estrellas, follaje. La cornisa esta adornada por hojas de acanto, que sigue los resaltos de la fachada estirándose en arco semicircular para proteger un nicho formado sobre un frontón interrumpido que, soportado por cuatro querubines, corona la puerta principal y da cabida a una imagen de la Inmaculada Concepción rodeada de ángeles y querubines. En la parte superior del nicho, otro frontón más pequeño contiene al Espíritu Santo en su símbolo de paloma.
San Agustín

Se inició la construcción el 22 de Julio de 1573 con la presencia del arquitecto extremeño Francisco Becerra quien "Trazo los planos, sacó cimientos y fundamentó las iglesias y conventos de Santo Domingo y San Agustín . Becerra hubo de ausentarse de Quito en 1581, año en que pasó al Perú para trazar las Catedrales de Lima y Cuzco, concluyendo estos trabajos el arquitecto español Juan Corral en 1669.
Está integrado por edificaciones neoclásicas a excepción de una de factura moderna ubicada hacia la plazoleta del lado occidental (Edificio Guerrero Mora) y por otra hacia el lado norte de propiedad de los Agustinos (oficinas del Registro Civil). Es de estilos renacentistas-manieristas y de gótico tardío con decoraciones neoclásicas.
Forman un conjunto la iglesia y convento. Esta iglesia ha sufrido varias modificaciones; hace algunos años fue repintada, alargada un tanto en su ábside y restaurada. Funciona frente al segundo claustro entrando por el principal, guarda tesoros de arte, acumulados en los siglos de vida del convento.

Forman un conjunto la iglesia y convento. Esta iglesia ha sufrido varias modificaciones; hace algunos años fue repintada, alargada un tanto en su ábside y restaurada. Funciona frente al segundo claustro entrando por el principal, guarda tesoros de arte, acumulados en los siglos de vida del convento.

Convento: Al interior del convento se destaca la hermosa pinacoteca que decora las paredes del claustro bajo, con pasajes de la vida de San Agustín, obras del insigne Miguel de Santiago.
Este claustro bajo tiene un artesonado con formas geométricas, decoración floral y piñones moriscos, únicos en América.
• El valioso retablo de la capilla mayor fue totalmente reemplazado por el que actualmente existe, conservándose los retablos de las capillas laterales todos del siglo XVIII.
Este claustro bajo tiene un artesonado con formas geométricas, decoración floral y piñones moriscos, únicos en América.
• El valioso retablo de la capilla mayor fue totalmente reemplazado por el que actualmente existe, conservándose los retablos de las capillas laterales todos del siglo XVIII.
Además este sitio guarda un pinacoteca; se exhibe solo en las paredes de la iglesia (sin contar el monasterio)
Los pilares, los muros entre retablos, las paredes del presbiterio, la sacristía, todo está vestido de pinturas al óleo y muchas de ellas provistas de preciosos marcos barrocos dorados. Se Además encontramos la pintura mural que ornamenta arcos y bovedillas de las naves laterales. La pintura mural aparecen óvalos con imágenes en relieve o apliques, de santos. Todas obras de los más afamados artistas de la escuela quiteña, una de las más exquisitas de la época colonial en América. Es por ello que son varios los conjuntos que merecen ser nombrados.
